La Excelencia: El único Camino

Cuando hablamos de excelencia lo que se nos ocurre es un hábito que define el objetivo de estándar de rendimiento.

Excelencia en tus tareas, excelencia en el trabajo, etc.

Sin embargo. la excelencia va más allá de simplemente hacer algo con una alta calidad.

La excelencia es el Antígono de mediocridad.

Y muchas veces nos referimos a excelencia para manifestarnos hacia una tarea puntual o hábito concreto.

La excelencia debe prevalecer en tu vida en todo lo que haces.

La excelencia debe ser tu forma de vivir tu vida.

¿Qué significa para ti vivir tu vida con excelencia?

Empezaremos con lo que no es.

Te describiré una vida mediocre como parámetro, bajo el engaño social de lo que es excelencia.

Estudiar, conseguir buenas notas, un excelente empleo, estudiar una o dos maestrías, conseguir ascensos, ganar dinero suficiente. Educar a tus hijos de la misma forma, jubilarte tranquilo.

Socialmente se diría que ésta persona vivió con excelencia.

La misma vida te la puedo describir de otra forma: estudiar, trabajar, trabajar, trabajar, jubilarte y morir.

Una vida condenada a un empleo, con muy pocas excepciones, es una vida condenada a la mediocridad.

Vivir con excelencia es tener la libertad de hacer lo que desees. Y si lo que deseas es trabajar para alguien más que así sea, pero no porque necesitas el empleo para sobrevivir, si  no porque te hace realmente feliz.

Mi padre me dijo toda su vida que le encantaba su trabajo y que lo hacía realmente feliz. No entiendo porque después de jubilarse nunca más ha vuelto a ir a su antiguo empleo y trabajar de gratis.

La excelencia es la vida que quieres vivir. Para conseguirlo debes estar completamente enfocado a vivir una vida de excelencia.

Una de las razones principales para la excelencia es vencer el miedo. ¿Por qué no renuncias a tu trabajo? Porque en el fondo tienes miedo de no poder valerte por ti mismo.

Hay algunas cosas que queremos pero las vemos demasiado difíciles. Quieres conquistar una isla, pero no quemas tus barcos.

Si te das a ti mismo una salida fácil, terminarás usándola.

Si quieres tener éxito y una vida de excelencia, debe ser tu única oportunidad de lograrlo.

Quema tus barcos. Conquistar o morir. Triunfar o morir.

Si tú única salida es triunfar en un terreno hostil, es más probable que lo consigas que si tienes la opción de esconderte en una cueva.

Muchos de nosotros nos damos una tercera opción, y es menos complicada y difícil y terminamos por arroparnos hacia ella. Eso es vivir en la mediocridad.

Cuando tengas claro lo que quieras debes hacer algo que no te deje opción.

Cuando iniciaba en mi camino a la excelencia, había ascendido un par de veces en mi empleo y me encontraba en una situación bastante cómoda. Puse unas cuántas excusas y pedí que me trasladaran a un puesto que odiaba, a lo que menos me gustaba hacer y a ganar menos.

Eso me obligó a apresurar lo que tenía que hacer. No renuncié a mi empleo, sólo me puse las opciones matar o morir. Empecé a trabajar más rápido y por mas tiempo, andaba más cansado. Me decía a mí mismo que odiaría mi vida si tenía que vivir así por 2 años.

Por lo que mi única opción era triunfar en lo que estaba haciendo.

Me criticaron mis amigos, mis jefes, mis padres, mi esposa y todos los que conocía, pero sabía que lo que en realidad estaba haciendo era quemando mis barcos.

Si quieres conseguir resultados anúncialos antes de que existan.

Pase un año diciendo que daría una conferencia. Pero nunca la terminaba. Anuncié a todo el mundo la fecha, pagué el local y todo lo necesario y la vendí.

¿Cómo podría no hacerla? Pase un mes durmiendo alrededor de 3 horas diarias. Y fue un éxito. Pero fue la única forma de quemar mis barcos.

No te des opciones. Oblígate a salir adelante sí o sí. Y verás como, poco a poco, te acrcas a una vida de excelencia.

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