¿Sientes que la vida ha sido injusta contigo?
¿Crees que tus padres no te dieron lo que debieron haberte dado?
¿Sientes que trabajas más que el hijo del dueño del negocio pero es él quien ve los frutos?
En todo tienes razón.
Excepto en una cosa: Que no tienes razón en nada.
Déjame explicarte: Si tú crees que la vida es injusta, siempre encontrarás miles de argumentos para justificarlo.
A lo mejor todos y cada uno de esos argumentos sean verdad.
Pero tienen un punto de conexión en común. Que tú has permitido que otras personas tengan el control sobre tu vida.
Entonces la vida no es injusta. Los que han sido injustos son otras personas.
Pero tienes que entender algo.
Al final del día. A nadie le importa nadie más que sí mismo.
A nadie le importa lo que tú crees que mereces.
A nadie le importa lo que tu quieres.
A nadie le importan tus razones para tener o querer ganar dinero.
A nadie.
Bueno, hay una persona a la que si le importa. A ti. Pero a nadie más.
¿Por qué debería entregarte alguien su dinero? ¿Sólo porque tú crees que lo que vendes le puede servir?
Esa persona te entregará su dinero si ÉL cree que lo que tú vendes le puede servir.
Una empresa te entregará su dinero si cree que a ellos les sirve el servicio que ofreces, no si tú crees que les sirve.
La persona más importante del mundo es “YO”.
Tomar las riendas de tu vida significa hacerte responsable de que lo que tienes es lo que mereces.
Si tu mujer te dejó por otro es tu culpa. Sea porque escogiste mal desde el principio o porque tus acciones la alejaron.
Pero siempre es tu culpa.
Si contrataste a alguien para que te diera un servicio y te estafó, es tu culpa. ¡Que tanto lo investigaste? ¿Qué referencias tomaste?
Deja de lamentarte por lo que pasó, lo que no pasó o la mala suerte que tuviste.
Empieza a forjar un nuevo camino donde tú seas el amo y señor. Es la única forma.
Cuando entiendes que los negocios que más funcionan son los que ayudan a los demás y, si en el pasado, has abierto un negocio que fue mal, te darás cuenta que en el fondo es porque al único que ayudaba era a ti.
Cuando logras entender que las personas que más dinero tienen son las que tienen deas y proyectos que ayudan e impactan la vida de las personas entenderás todo lo que has estado haciendo mal.
Cuando ves que los que más amigos tienen son aquellos que siempre están dispuestos a ayudar. Entenderás la importancia de hacerlo.
Pero debes tener algo muy claro: Todo lo que te pasa es culpa tuya.
Nunca te pasa algo malo sin que tu hayas hecho algo para provocarlo.
Y si nunca hiciste nada, pues ya pasó. Déjalo y mira hacia adelante.
Las cosas que ya pasaron no las puedes cambiar. NUNCA
No importa cuantas vueltas le des, o cuanto tiempo le dediques, lo que ya pasó ya no se puede cambiar.
Lo que te queda es lo que puedes hacer de aquí en adelante.
Un compromiso contigo. Nada más que contigo. Que las cosas sean diferentes, mejor.
Pero eso no lo puedo hacer yo, ni tu jefe, ni tu abuelita, eres el único responsable.
No llores sobre la leche derramada. No sirve de nada.
Piensa, Planifica y ACTÚA.
Si te ha gustado este artículo, no olvides compartirlo en tus redes sociales con un sólo click: